
Uno de los problemas actuales más preocupantes en nuestros edificios es la baja eficiencia energética. Esto, supone que una buena parte de los edificios consume elevadas cantidades de energía para disfrutar, entre otras comodidades, de una temperatura confortable o de una buena iluminación.
Ahorra energía y gana en confort:
¿Sabías que más de la mitad de los edificios se construyeron antes de 1980, cuando todavía no era obligatorio poner aislamiento térmico? Esto quiere decir que muchas viviendas pierden calor en invierno y no se mantienen frescas en verano, lo que nos obliga a gastar más en calefacción y aire acondicionado.
Todo ello tiene un impacto importante:
- Pagamos más en la factura de la luz y el gas.
- Vivimos en espacios menos confortables.
- Contribuimos al calentamiento global.
Los edificios son responsables del 40% del consumo energético en Europa y de un tercio de las emisiones de CO₂. Por ello, la Unión Europea nos pide actuar.
¿Qué puedes hacer tú como ciudadano o ciudadana?
- Rehabilita tu edificio o vivienda: Mejorar el aislamiento, cambiar ventanas o instalar sistemas eficientes te puede hacer ahorrar energía y dinero.
- Infórmate sobre ayudas y subvenciones: Hay programas públicos que pueden cubrir una parte importante del coste de la rehabilitación.
- Aprende a consumir mejor: Pequeños gestos como regular bien la temperatura o usar bombillas LED ayudan mucho.
¡Todos salimos ganando!
Mejorar la eficiencia energética no solo beneficia a tu casa. También es una forma de proteger el planeta, reducir las emisiones y hacer ciudades más saludables y sostenibles.
Pide ayuda a un técnico de cabecera
Si quieres encontrar mejoras para conseguir que tu vivienda sea más eficiente energéticamente y disminuir de esta forma el coste de los suministros como la electricidad y el gas, el técnico de cabecera es el profesional idóneo para ayudarte.